jueves, 10 de julio de 2014

¡NI UNA MAS!


La gente nos mira desde las paradas. Los buses y vehículos aguardan en silencio hasta que se les colma la paciencia y empiezan a sonar sus pitos exigiendo pasar. Cerca de nosotros está un grupo de policías, observando, esperando.

Y mientras vamos y venimos en uno de los nervios principales del tráfico de esta ciudad, mi hija grita junto conmigo “¡ni una más, ni una más, ni una asesinada más!” Ella tiene cuatro años y yo me pregunto que estará pensando de este tumulto de gente con pancartas y megáfonos que le piden a los y las managuas entender que el femicidio no debe ser visto como algo normal, que cada mujer asesinada tenía derecho a la vida, que la policía no debería prestarse al juego de reducir cifras para lavar la cara del gobierno.

Ella ríe, brinca en el asfalto y repite las consignas junto conmigo, yo quisiera platicarle tantas cosas que están pasando, pero no toca aún. Veo a la gente, a la niña vende agua que pide una candela en vaso para acompañarnos, a los jóvenes estudiantes que pasan entre nosotros sin tener idea de que está pasando. Y por supuesto a todos esos conductores que sólo están interesados en llegar a sus destinos sin contratiempos.

¿Es mucho pedir a la ciudad? Incomodar a la gente, sacarla de su rutina por unos minutos para que sepan que alguien en este país no se siente seguro, que no vamos a olvidar las muertes a cómo se estila en Nicaragua desde siempre…

Es más fácil quedarse en la burbuja propia, a mí también me gana seguido la cotidianidad y lo entiendo. Pero es necesario incomodarse, romper la idea de que todo está bien mientras yo esté bien, gritarle a Estado que deje de mentir, decirle a la gente que las mujeres no buscaron que las mataran, que no son 18 sino más de cuarenta y el número sigue escalando…

Entonces mi hija  me pide volver a casita, me toma de la mano y nos saca del asfalto donde mujeres de todas las edades siguen gritándole a la ciudad, rompiendo el silencio, diciendo “NI UNA MAS”

Alberto Sánchez Argüello

Managua 10 Abril 2014

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