A
mí siempre me ha dado por la fantasía. De veras quisiera que al salir a la
calle todas las esquinas estuviesen pobladas por duendes y hadas, ocultos tras
los tarros de basura, o por lo menos algún gnomo estuviese taxiando entre tanto
desempleado. Pero la realidad es un poco más insípida y nunca he logrado ver un
OVNI por más que tuerzo el cuello mirando hacia el cielo y nunca llegó la
esperada evidencia del plesiosaurio que se esconde en el lago Ness.
La
verdad es que le debo mucho a mis amigos racionalistas que han tratado de
inculcar en mi un poco de sentido de común, o al menos el uso cotidiano de la
navaja de Ockham, aquella que la buena wikipedia define como “principio metodológico
y filosófico atribuido a Guillermo de Ockham (1280-1349), según el cual, «en
igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta».
Esto implica que, cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las
mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser
correcta que la compleja”
Por
eso empecé a aceptar que los sonidos escabrosos de la noche sólo son ratones
buscando las migajas que dejé en la cocina, que si me ha ido bien en la
vida no se debe a entidades divinas que vigilan mi camino sino a decisiones
acertadas, entre otras cosas.
Luego
se vuelve un vicio la bendita navaja. Tan así que al leer el comunicado oficial
de la policía nacional en el que hacen referencia tácita al ataque sufrido por
los y las jóvenes de #OcupaINSS en el plantón de apoyo a la Unidad Nacional del
Adulto Mayor, al decir “Esta posición obedece a intereses oscuros y
malintencionados que de forma perversa pretende desacreditar y deslegitimar la
labor de la Policía Nacional de Nicaragua, presentando y manipulando a través de
las redes sociales y algunos medios de comunicación, imágenes y videos de
hechos que no ocurrieron en nuestro país y que tampoco fue realizado por
nuestros agentes, lo que denunciamos y condenamos públicamente” no me quedó más
que preguntarme: ¿aplicaron ellos la navaja de Ockham?
De
un lado tenemos la denuncia de 14 jóvenes que nos hablan sobre
detenciones ilegales, tortura policial, ataque de doscientos individuos
enmascarados bajo complicidad de la policía, así como robo de carteras,
celulares, aparatos electrónicos y vehículos, apoyado por fotos, videos y señales
de moretones y quemaduras de ácido. Además de testigos.
Del
otro lado tenemos a la institución policial que llama a todo esto “intereses
oscuros y malintencionados” En otras palabras una trama, una conspiración, una
mentira elaborada acompañada por testimonios falsos, fotos falsas, videos
falsos y testigos falsos
De
ser falsas las catorce denuncias interpuestas ante la fiscalía por los jóvenes,
hombres y mujeres, significa que se tuvo que hacer un guión muy bien elaborado
de los eventos de la madrugada del sábado 22 de Junio, de tal forma que todos
los testimonios concordasen en tiempos y eventos (que de hecho lo hacen) contar
con pruebas técnicas de la falsedad de fotos y videos, invalidar las palabras
de los testigos, presentar la versión de los policías presentes aquella
madrugada. Y ya que estamos en ello, adelantarse a hacer una investigación
exhaustiva de los eventos denunciados para terminar de una vez por todas con la
campaña sucia de la que dicen ser objeto.
Yo
aún tiendo a querer que en este mundo exista lo sobrenatural y lo mágico, por
eso me gustan las teorías conspiranoicas en las que una sociedad secreta o
grupos poderosos manipulan la realidad a su antojo. Pero luego me detengo y veo
casos como el de #OcupaINSS y la Policía Nacional y empiezo a cortar con la
navaja, ¿y saben que encuentro? que la teoría más simple tiene más
probabilidades de ser correcta que la compleja.
Alberto
Sánchez Argüello
Managua
Nicaragua
30
Junio 2013
Imagen:
foto Diana Ulloa/Confidencial
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